Gracias al avance tecnológico y la globalización, el comercio internacional ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas. En respuesta a esta tendencia, Gobiernos, Autoridades e Instituciones desarrollan medidas y procedimientos especiales que contribuyan al desarrollo de estas actividades al considerarlas uno de los motores de crecimiento económico de los países.

Este impulso ha llevado a un aumento en el número de empresas se embarcan en operaciones más allá de sus fronteras en busca de un mayor crecimiento para sus negocios. Esto se debe en parte a que las operaciones internacionales se han vuelto cada vez más accesibles y menos costosas gracias a las diferentes herramientas a disposición de las empresas.

Una de estas herramientas son los Locales Autorizados para las Mercancías de Exportación, también conocidos como LAME. Estas instalaciones ofrecen multitud de ventajas económicas y logísticas para las mercancías que serán exportadas fuera de las fronteras de la Unión Europea. Veámos cómo funcionan.

Como su propio nombre indica, las siglas LAME (Locales Autorizados para las Mercancías de Exportación) hacen referencia a un recinto especial que cuenta con el reconocimiento de las Autoridades Aduaneras para el almacenamiento y el tratamiento de mercancías nacionales con destino a países no pertenecientes a la UE.

Se trata de una instalación sometida al control de las autoridades aduaneras locales para la recepción, el almacenamiento y la manipulación de mercancías declaradas de exportación a terceros países.

Su finalidad es proporcionar un espacio de almacenamiento seguro y regulado en el que las mercancías puedan ser preparadas y manipuladas para su posterior transporte internacional.

Este tipo de locales contribuyen a facilitar las operaciones de exportación en un doble sentido: por un lado, la mercancía depositada en su interior queda sujeta a la vigilancia aduanera en todo momento y, por otro, permite realizar las operaciones de exportación directamente desde el propio almacén sin necesidad de presentarlas en un centro aduanero.

Ambas particularidades ofrecen una gran ventaja logística ya que, en la práctica, el LAME funciona como una extensión de las instalaciones aduaneras.

Dado que la finalidad del LAME es simplificar y agilizar las operaciones de exportación, la Autoridad Aduanera permite realizar una serie de actuaciones en su interior. Esto se debe a que la mercancía depositada permanece en todo momento bajo el control de Aduanas.

Para cumplir con esta funcionalidad, el LAME tiene una serie de características particulares que definen su utilidad para las operaciones de exportación:

• Son almacenes de titularidad privada.

• Exclusivamente se concede su autorización para mercancías que vayan a ser exportadas a territorios no pertenecientes al espacio aduanero de la UE.

• Permite tramitar los despachos de exportación directamente desde el propio almacén sin trasladar las mercancías a ningún recinto aduanero oficial.

• Pueden tramitarse despachos de cargas completas o realizar operaciones de grupaje de diferentes mercancías provenientes de distintos proveedores.

• Permite la recepción parcial de mercancías pendientes de despacho o a la espera de que se les asigne un destino aduanero.

• Permite el almacenamiento temporal de aquellas mercancías que aún no tengan un destino aduanero final.

• Los reconocimientos físicos de mercancías por parte de Aduanas se realizan en el mismo LAME sin necesidad de trasladar los envíos a otro recinto oficial para ser examinados.

Los Locales Autorizados para las Mercancías de Exportación (LAME) ofrecen una serie de ventajas significativas para los exportadores internacionales, entre las que encontramos las siguientes:

• Mejora en los tiempos de envío: Al posibilitar la tramitación de los expedientes de exportación directamente desde el propio almacén, se agilizan los tiempos de despacho y salida de las mercancías.

• Reducción de costes: Se minimizan los gastos de manipulación y costes de traslado al eliminar la necesidad de presentar las mercancías en los recintos aduaneros para su autorización de exportación.

• Disminución de las incidencias: La capacidad para detectar y subsanar cualquier incidencia dentro del almacén antes del embarque de la mercancía evita la paralización de un envío en el puerto o aeropuerto de salida.

• Eliminación de intermediarios: Al centralizar las operaciones de manipulación y despacho en un único lugar, se reducen los intermediarios involucrados en el proceso de exportación.

• Favorece las ventas triangulares: La posibilidad de consolidar cargas facilita las operaciones entre tres o más actores económicos, por ejemplo, operaciones con mercancías provenientes de dos o más fabricantes, con un intermediario y un cliente final.

La autorización para la explotación de un LAME la concede el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales perteneciente a la Agencia Tributaria.

La solicitud de su concesión puede realizarla cualquier persona física o jurídica que cumpla con una serie de requisitos:

1. Disponer de unas instalaciones para su uso exclusivo a una distancia de menos de 25 km de la Aduana de Control.

2. Disponer de una contabilidad de existencias de mercancías integrada en el mismo sistema informático de gestión del almacén que garantice el control por la Aduana de los movimientos de las mercancías almacenadas.

3. Disponer de autorización para realizar las comunicaciones con la Aduana de Control de forma telemática.

4. Realizar un volumen mínimo de operaciones anuales que justifique su concesión.

5. Ofrecer las garantías fiscales suficientes y no haber sido sancionado en los últimos 3 años.

Una vez analizada la documentación, el Departamento de Aduanas e IIEE concederá la autorización en la que hará constar cuál será la Aduana de Control de la que dependerá el LAME.

El inicio de la actividad quedará supeditado a la presentación de la garantía que asegure el pago de cualquier deuda aduanera. La Dependencia Provincial de Aduanas e IIEE será la encargada de determinar el importe de la garantía y de su custodia.

El funcionamiento interno de los LAME viene determinado por la Resolución de 11 de diciembre de 2000 del departamento de Aduanas e Impuestos Especiales. Dicha resolución determina que, desde que se presenta la declaración de exportación ante la Aduana de Control, la mercancía quedará a disposición de la Aduana en el Local Autorizado, permaneciendo allí hasta que se autorice su exportación.

La presencia de la mercancía en el interior del LAME se justificará mediante la emisión del llamado “certificado de recepción” que deberá adjuntarse al DUA de exportación. El “certificado de recepción” responsabiliza al titular del LAME de la permanencia de la mercancía a disposición y bajo control de la Aduana.

Dado que Canarias cuenta con un régimen fiscal propio y que su territorio no está considerado como territorio aduanero de la Unión, cualquier mercancía comunitaria que se destine a las islas o que salga de ellas se considerará mercancía declarada de exportación.

Esto hace que la opción de contar con un Local Autorizado para las Mercancías de Exportación sea muy interesante para facilitar las operaciones a Canarias, puesto que cualquier envío tendrá la consideración de exportación y, por lo tanto, podrá almacenarse y despacharse desde un LAME.

Como especialistas en operaciones a Canarias, en Adyco tenemos la ventaja de disponer de 3 almacenes LAME a través de los cuales gestionamos la mercancía de nuestros clientes.

Estos almacenes se encuentran tanto en nuestra sede de Coslada, para las mercancías con destino a Canarias, como en nuestras delegaciones en Tenerife y Las Palmas.

A través de ellos, nuestro personal se encarga de las labores de grupaje y almacenamiento de las mercancías con destino a las islas, la península, Europa o el resto del mundo. Y completamos la operativa ofreciendo un servicio integral door-to-door por vía aérea o marítima.