En un contexto donde el cambio climático y la sostenibilidad son temas prioritarios para el futuro del planeta, el sector de la logística se ve empujado a adoptar nuevas prácticas que minimicen su huella ambiental y reduzcan la contaminación que produce. No en vano, estamos hablando de uno de los sectores económicos que mayor impacto generan en el medioambiente.

La adopción de medidas sostenibles se ha convertido en una obligación que viene impuesta por normativas y legislaciones que fuerzan a las empresas a reconvertir numerosos aspectos para adaptarse a la denominada logística verde.

A continuación, vamos a analizar en qué consiste la logística sostenible, cuáles son sus ejes fundamentales y los retos a los que se enfrentan las empresas del sector para implementarla de un modo real.

No existe una definición globalmente establecida para este concepto, de modo que podemos entenderlo como el conjunto de acciones, medidas, estrategias, etc. destinadas a reducir y minimizar el impacto medioambiental que el sector de la logística causa sobre el planeta.

Por lo tanto, el concepto de logística verde o logística sostenible no se puede abordar desde un único ámbito de actuación, sino que engloba muchos campos que van desde la reducción de emisiones, a la eficiencia energética, el empleo de materiales sostenibles, el reciclaje, el uso de nuevas tecnologías…

Esta orientación de la logística hacia la sostenibilidad es una idea que comenzó a ganar terreno hace más de una década, motivada por la creciente preocupación del ser humano por el cambio climático y el calentamiento global. Este movimiento generó una presión por parte de los consumidores que obligó al sector empresarial a tomar conciencia sobre su huella medioambiental y su responsabilidad sobre la contaminación y la explotación de los recursos naturales.

A medida que la humanidad toma conciencia de las repercusiones del cambio climático, organizaciones internacionales como la ONU impulsan acuerdos globales para atajar estos efectos, como la Agenda 2030, que plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), o el Acuerdo de París, que supone el primer convenio a nivel mundial para limitar el calentamiento global por debajo de 1,5ºC, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero –principalmente el CO2– y lograr la neutralidad climática del planeta en el año 2050.

Como resultado de los acuerdos internacionales, los Gobiernos nacionales y supranacionales promulgan normativas y leyes destinadas a cumplir con los compromisos y las metas a alcanzar para frenar los efectos del cambio climático.

Tanto en España como en la UE contamos con mucha normativa que regula la política medioambiental como son: el Pacto Verde Europeo, la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente, la Directiva de Eficiencia Energética (EED), la Directiva de Energías Renovables (RED II), etc.

Todas las medidas promulgadas a través de estas normativas afectan de manera directa a la logística ya que es uno de los sectores que más repercusión y más efectos negativos generan sobre el medioambiente.

La logística verde abarca muchas áreas a tener en cuenta, por lo que se tiene que abordar desde diferentes puntos de acción y a través de medidas que se realicen de manera conjunta y simultánea.

Podemos establecer de tres grandes frentes de actuación que engloban, a su vez, muchas acciones paralelas:

I. DISMINUCIÓN DE LA HUELLA DE CARBONO

En España, en 2023, se estima que el sector de la logística fue el responsable de la emisión de 87 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera y que aproximadamente el 90% de los combustibles utilizados fueron no sostenibles. Para 2050, la meta a alcanzar consiste en reducir las emisiones a 2 millones de toneladas y limitar el empleo de combustibles fósiles al 10%.

Para lograr este ambicioso objetivo, el sector está trabajando en diferentes medidas que se tienen que implementar de manera conjunta:

1. ELECTRIFICACIÓN Y USO DE FUENTES DE ENERGÍA ALTERNATIVAS PARA EL TRANSPORTE DE CARRETERA: Se está implementando el uso del vehículo eléctrico para las entregas de última milla, especialmente en zonas urbanas, con la consecuente renovación de flotas. También se está trabajando de forma paralela en la entrega a través de bicicletas eléctricas y a pie con carritos motorizados.

Sin embargo, para el transporte pesado por carretera y la media milla, los camiones eléctricos aún tienen grandes dificultades tanto a nivel tecnológico como de autonomía, por lo que se está trabajando con los nuevos biocombustibles y el desarrollo de vehículos impulsados con hidrógeno verde como alternativas a la electrificación.

2. OPTIMIZACIÓN DE RUTAS DE TRANSPORTE: Se está implementando el uso del vehículo eléctrico para las entregas de última milla, especialmente en zonas urbanas, con la consecuente renovación de flotas. También se está trabajando de forma paralela en la entrega a través de bicicletas eléctricas y a pie con carritos motorizados.

Sin embargo, para el transporte pesado por carretera y la media milla, los camiones eléctricos aún tienen grandes dificultades tanto a nivel tecnológico como de autonomía, por lo que se está trabajando con los nuevos biocombustibles y el desarrollo de vehículos impulsados con hidrógeno verde como alternativas a la electrificación.

3. ‘HUBS’ URBANOS: Para el reparto de cercanía, se están creando pequeños nodos o centros de operaciones en el interior de los entornos urbanos con el fin de crear puntos para concentrar los paquetes para hacer una distribución de proximidad.

Además, estos Hubs urbanos cumplirán también la función de ser estaciones de carga para los vehículos eléctricos que se utilizan en las entregas de última milla.

4. ENTREGAS CONCERTADAS: Se estima que aproximadamente el 15% de las entregas diarias de paquetería no se realiza ya que en el 90% de estos casos el destinatario está ausente. Esta circunstancia genera automáticamente un segundo intento de entrega que implica el empleo de nuevos recursos e impacta en la contaminación.

Para reducir estos datos, el sector trabaja en potenciar las entregas concertadas para evitar los segundos intentos. A la par, se están fomentando las entregas a través de lockers y puntos de conveniencia con un doble objetivo, por un lado, evitar las entregas fallidas y, por otro, concentrar el transporte del mayor número de envíos en un único punto de recogida.

5. DESCARBONIZACIÓN DEL TRANSPORTE AÉREO Y MARÍTIMO: Uno de los grandes obstáculos para la descarbonización de los medios de transporte se encuentra en el transporte aéreo y marítimo, que cumplen una función primordial e insustituible en la cadena logística.

En el caso de la aviación, la descarbonización se centra en el empleo de combustibles sostenibles como biocarburantes avanzados y combustibles sintéticos.

Para el transporte marítimo, se trabaja en la introducción de combustibles renovables que generan bajas emisiones de carbono.

II. CONSUMO ENERGÉTICO EFICIENTE EN LAS PLANTAS LOGÍSTICAS

En España se estima que el sector logístico representa aproximadamente el 10% del PIB y consume alrededor del 30% de toda la energía, tan sólo superado por el sector industrial con el 31%.

Para mejorar los datos de consumo y hacer un uso más eficiente de la energía, la logística verde trabaja en varias líneas de actuación:

1. MEJORA DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA: Se están implementando sistemas de construcción ecológica para las naves logísticas, capaces de reducir el consumo de energía gracias al aislamiento térmico y a la mejora en los sistemas de ventilación.

Por otro lado, tanto la automatización y como el empleo del Internet de las Cosas (IoT) permiten monitorear el uso energético en cada momento y ajustar las labores logísticas, en tiempo real, para reducir el consumo.

2. USO DE ENERGÍAS RENOVABLES: Las plantas logísticas se están adaptando al uso de energías renovables a través de la instalación de paneles solares y fotovoltaicos, cambiando los sistemas de iluminación tradicionales por lámparas LED e instalando puntos de carga para vehículos eléctricos.

3. AUTOMATIZACIÓN DE PROCESOS LOGÍSTICOS: La automatización de procesos permite que se reduzcan los tiempos necesarios para las tareas de recepción, clasificación, almacenamiento y despacho de las mercancías.

La instalación de máquinas automatizadas y de robots están siendo determinantes tanto para mejorar la eficacia de las operaciones como para disminuir el consumo energético a través de la reducción del tiempo.

4. USO DE GEMELOS DIGITALES Y SISTEMAS DE PREDICCIÓN: El análisis de datos de las operaciones logísticas es clave para mejorar la eficiencia en el interior de las instalaciones. Mediante el uso de gemelos digitales y de sistemas de predicción, se pueden anticipar los momentos de mayor intensidad y carga de trabajo, optimizando el uso de recursos, logrando una mayor eficiencia energética.

III. GESTIÓN SOSTENIBLE DE RESIDUOS Y EMBALAJES

La gestión responsable de los productos al final de su vida útil es indispensable para alcanzar la sostenibilidad y evitar la contaminación. El sector logístico genera y trabaja con una ingente cantidad de materiales y embalajes indispensables para el transporte, entrega y almacenaje de mercancías.

Para disminuir el impacto que los embalajes y los residuos producen en el medioambiente, el sector trabaja en diferentes líneas de actuación:

1. RECICLAJE Y REUTILIZACIÓN DE MATERIALES: Muchas empresas están apostando por el uso de empaquetados reciclables y la reutilización de materiales. El uso de materiales biodegradables, reciclados y compostables están en auge.

La reducción del uso de plástico no reciclable también contribuye a disminuir los niveles de contaminación atmosférica tanto en emisiones como en su posterior eliminación.

2. ECONOMÍA CIRCULAR Y LOGÍSTICA INVERSA: Ayudar a cerrar el ciclo de vida de los productos es una tarea costosa pero como, contraprestación, contribuye en la reducción de residuos y en la recuperación de materiales valiosos.

La logística inversa juega un papel importante para cerrar este ciclo de vida, permitiendo el retorno de productos para su vuelta a la comercialización, su reciclaje o reacondicionamiento.

3. GESTIÓN DE COMPRAS: Realizar una gestión de compras acorde a las necesidades reales, evitando el exceso y la acumulación de materiales, ayuda a evitar una producción desmesurada que consuma recursos y genere exceso de consumo de energía.

Hoy en día la apuesta por la logística verde ya no es una opción sino una necesidad real. Sin embargo, son muchos los hándicaps a los que se enfrenta el sector, puesto que afrontar el recorrido desde la logística tradicional hacia la sostenible es un proceso lento y costoso.

A pesar de contar con ayudas institucionales, son muchos los aspectos críticos a los que tienen que hacer frente empresas y operadores logísticos al tratar de implementar prácticas sostenibles, sobre todo para aquellos de menor tamaño.

Entre los múltiples desafíos a los que se enfrenta el sector encontramos los siguientes:

I. COSTES ELEVADOS

1. INVERSIÓN INICIAL: La transición hacia una logística verde requiere una importante inversión inicial en infraestructuras y en tecnología, como vehículos eléctricos, sistemas de gestión de energía, software de optimización de rutas, almacenes sostenibles… Esto puede representar un obstáculo importante, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.

2. TECNOLOGÍA Y EQUIPOS ESPECIALIZADOS: Las tecnologías involucradas, como los camiones propulsados por hidrógeno o los sistemas de automatización para eficiencia energética en almacenes, son caras y requieren un mantenimiento especializado.

3. RETORNO DE LA INVERSIÓN (ROI): Aunque a largo plazo la logística verde puede ser rentable, muchas empresas consideran que el retorno de la inversión es lento. Además, este ROI depende de variables como el coste de la energía y el precio de los materiales sostenibles, lo que puede desmotivar a algunos operadores a realizar la inversión inicial.

II. INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURAS

1. INSTALACIÓN DE CARGADORES ELECTRICOS: La transición al vehículo eléctrico requiere la instalación de estaciones de carga. En áreas rurales o zonas con menos desarrollo, la instalación de estas infraestructuras puede ser más dificultosa.

2. ADAPTACIÓN DE ALMACENES Y CENTROS DE DISTRIBUCIÓN: Implementar medidas de eficiencia energética, como iluminación LED, sistemas de climatización eficientes o paneles solares, requiere renovar infraestructuras antiguas, lo que implica costes de remodelación y, a veces, tiempo de inactividad en las operaciones.

III. RESISTENCA AL CAMBIO

1. CULTURA ORGANIZACIONAL: Las prácticas asociadas a la logística verde a menudo requiere de un cambio de mentalidad, no solo en los altos mandos sino también en el personal operativo. Puede haber resistencia en la adopción de prácticas sostenibles debido a costumbres laborales arraigadas o escepticismo sobre la rentabilidad de estas prácticas.

2. FALTA DE INCENTIVOS CLAROS: Hoy en día, muchas empresas exigen a sus operadores logísticos que demuestren una serie de prácticas sostenibles a lo largo del proceso, pero no colaboran en hacer frente a los costes que eso conlleva, por lo que los logísticos deben asumir por ellos mismos esos costes. Por ese motivo, muchas empresas sienten que el mercado o los clientes no recompensan adecuadamente la adopción de prácticas sostenibles, lo que reduce la motivación para realizar cambios sustanciales.

3. CAMBIO EN LOS PROCESOS OPERATIVOS: La implementación de la logística verde implica cambios en los procedimientos, como la optimización de rutas o la adaptación a nuevos tipos de embalaje, lo que puede ser percibido como un inconveniente o una carga adicional para la cadena de suministro.

IV. REGULACIONES CAMBIANTES

1. POLÍTICAS LOCALES Y REGIONALES: Las normativas sobre sostenibilidad y medio ambiente varían entre países y hasta entre regiones dentro de un mismo país. Las empresas que operan internacionalmente deben adaptarse a una variedad de normativas, lo que complica el cumplimiento y aumenta los costes administrativos.

2. FUTURAS REGULACIONES Y ESTÁNDARES: La incertidumbre sobre las regulaciones futuras puede disuadir a las empresas de realizar grandes inversiones en tecnologías específicas. Por ejemplo, si una nueva normativa favorece el uso de hidrógeno en lugar de la electrificación, las empresas que hayan invertido en vehículos eléctricos podrían quedar en desventaja.

3. ESFUERZOS DE CUMPLIMIENTO Y AUDITORÍAS: Las políticas de sostenibilidad en Europa son especialmente rigurosas y requieren que las empresas realicen auditorías, informes y otras tareas de cumplimiento. Estas prácticas implican recursos adicionales en términos de tiempo y dinero, y pueden ser un desafío para las empresas menos preparadas.

V. FALTA DE PROFESIONALES ESPECIALIZADOS

1. CARENCIA DE TALENTO EN SOSTENIBILIDAD: La logística verde es un área relativamente nueva y técnica que requiere profesionales especializados en sostenibilidad, gestión de residuos, eficiencia energética y tecnologías verdes. Actualmente, la oferta de personal capacitado en estas áreas no es suficiente para cubrir la demanda.

2. FORMACIÓN ESPECIALIZADA: Muchas empresas necesitan formar a su personal en temas de sostenibilidad, lo que implica tiempo y recursos. Las áreas de formación incluyen manejo de nuevas tecnologías, administración de procesos sostenibles y conocimiento sobre normativas medioambientales.