El pasado mes de mayo, la Comisión Europea presentó la propuesta “Código Aduanero y la Autoridad Aduanera de la Unión Europea” con el objetivo de realizar una reforma en profundidad del actual sistema aduanero que rige la Unión adaptando la normativa a un nuevo entorno económico, ecológico y tecnológico, prestando especial atención a las operaciones de comercio electrónico.

Según reconoce la propia Comisión en su escrito, el actual CAU (Código Aduanero de la Unión), con 55 años de historia, no estaba concebido para el auge del comercio online sino para operaciones de comercio tradicional, en el que los buques de carga transportaban grandes volúmenes de mercancías similares que se despachaban como un envío único.

La irrupción del comercio electrónico y su imparable auge en toda Europa han puesto de manifiesto los déficits en la normativa de entrada de mercancías de importación de productos procedentes de terceros países. Y es que una gran parte de las compras online que hacemos los europeos, se realizan a través de plataformas y marketplaces que generan envíos individualizados con mercancía de bajo valor, por debajo de los 150€. El problema es que este tipo de envíos cuentan con una exención arancelaria, que evita tener que hacer frente al pago de derechos de aduana.

En 2022, se declararon en la Unión Europea 890 millones de operaciones de comercio electrónico de mercancía de bajo valor, que supusieron el 73% de todas las declaraciones de importación, pero sólo el 0,5% de todo el valor de importación recaudado a lo largo del año. En función de estos datos, la Comisión Europea considera que se está produciendo una avalancha de envíos infravalorados que se tramitan como mercancía de bajo valor cuando en realidad no lo son. Según Bruselas, este coladero despachos H7 está provocando que las arcas públicas dejen de recibir unos 750 millones de euros al año.

Conscientes de la pérdida de ingresos y para evitar que esta situación perpetúe en el tiempo, la Comisión ha planteado una reforma general del tratado de aduanas que afectará principalmente a las ventas de ecommerce trasformando las operaciones como las conocemos hoy en día.

Será una reforma paulatina que se irá realizando por fases desde principios de 2028 hasta el 31 de diciembre de 2035.

La nueva propuesta aduanera verá la luz una vez sea discutida y aprobada por el Parlamento Europeo y afectará directamente a varios puntos clave de las operaciones de comercio electrónico, trasladando el punto de atención desde los envíos de mercancía hacia las empresas que componen la cadena de suministro.

De este modo, la propuesta pretende incidir en aspectos determinantes para las importaciones de ecommerce como son: quién es el responsable de la deuda aduanera, qué mercancías deben pagar aranceles, cómo se calculan los importes a pagar y el modo en que se tramitan los despachos de aduana.

Las principales novedades punto por punto serán las siguientes:

LOS SUJETOS PASIVOS CONSIDERADOS COMO IMPORTADORES

Uno de los grandes cambios que presenta la reforma es la creación de una nueva figura denominada sujeto pasivo considerado como importador.

Según el CAU actual, cuando se realiza una compra online a través de un marketplace o una plataforma de internet, la persona responsable de la importación de la mercancía y por tanto de la deuda de aduana generada es el comprador final del producto, en la mayoría de los casos, un particular.

Con la reforma que plantea la Comisión, el responsable de la deuda se traslada desde el comprador final hasta a plataforma de venta online a través de la creación de la figura del sujeto pasivo considerado como importador.

A partir de 2028 serán las plataformas de venta online quienes deberán hacerse cargo de la deuda aduanera desde el mismo momento en que el comprador final realice el pago del producto, es decir, antes incluso de que se produzca el envío y la mercancía llegue al territorio de la Unión.

Para simplificar este proceso, la nueva norma permite que la plataforma de comercio online establezca la cuantía de los derechos de importación que deben abonar y realice los pagos de estos importes forma periódica.

ELIMINACIÓN DE LA EXENCIÓN ARANCELARIA A LAS MERCANCÍAS POR DEBAJO DE 150€

Otra de las grandes novedades que introduce el nuevo código es la eliminación de la exención del pago de derechos de aduana para mercancías de menos de 150€ de valor del envío.

A partir del 1 de marzo de 2028, todas las mercancías que se introduzcan desde terceros países tendrán la obligación de pagar aranceles independientemente de su valor.

Gracias a este cambio, la Comisión Europea confía en que los Estados miembros se beneficien de un aumento en la recaudación y se evite la pérdida de ingresos por evasión de derechos de aduana. La propia Comisión ha calculado que hasta el 65% de los envíos de bajo valor que actualmente ingresan en la UE están infravalorados para evitar los aranceles aduaneros de importación.

TRATAMIENTO ARANCELARIO SIMPLIFICADO

Conscientes de que la eliminación de la exención arancelaria va a suponer un incremento enorme en el número de declaraciones de aduana, la Comisión propone que se establezca un tratamiento arancelario simplificado para facilitar las operaciones de comercio electrónico extracomunitarias.

A partir de 2028, los derechos de importación y exportación estarán determinados por un arancel aduanero común, sin exenciones por el valor de la mercancía. Este arancel se basará en tres puntos fundamentales: la clasificación de la mercancía, su valor y el origen de procedencia de esta.

Pero, para facilitar las operaciones de comercio online, la reforma propone que los operadores puedan acogerse de forma voluntaria a un tratamiento simplificado por el cual, a la hora de calcular el valor de aduana, sólo se tendrá en cuenta el precio neto de compra sin IVA y el coste total de transporte del producto, evitando la necesidad de acreditar el origen del mismo.

Esto quiere decir que la simplificación propuesta radica básicamente en dos aspectos:

• Permite al importador no acreditar el origen del producto.

• Para el cálculo del valor de la mercancía, será obligatorio incluir los gastos de transporte de todo el proceso: tanto los gastos de transporte desde el país de origen hasta el territorio de la UE, como los costes de transporte internos hasta el destino final del envío.

EL CENTRO ADUANERO DE DATOS DE LA UE

Para agilizar el proceso de despacho de aduana y hacerlo más sencillo y homogéneo en todo el territorio de la Unión, la reforma propone la creación del Centro Aduanero de datos de la UE también denominado “EU Data Hub”.

El Centro Aduanero de datos de la UE consiste en la creación de una interfaz única para toda la Uniónque sustituya a los 27 sistemas informáticos independientes de cada Estado miembro que hay en la actualidad.

A partir de 2028 todos los trámites de aduanas de mercancía ecommerce deberán realizarse a través de este nuevo centro de datos. De este modo toda la información que llegue desde cualquier país estará centralizada, será reutilizable y se compartirá con todos los estados miembros.

Para agilizar el proceso se exigirá que el responsable de introducir en el “EU Data Hub” los datos necesarios para el trámite de aduana sea aquel que posee la información de primera mano, es decir, el sujeto pasivo considerado como importador para la información relativa al producto y a la operación, y el transportista para la información relacionada con el itinerario de envío.

Cada uno de estos actores deberán proporcionar la información lo más rápido posible. En el caso de las plataformas de venta online deberán hacerlo a más tardar el día siguiente en que se haya aceptado el pago de un artículo y en cualquier caso siempre antes de que se produzca el levante de la mercancía.

De este modo, los datos para los despachos de aduanas podrán facilitarse con antelación a que la mercancía llegue al territorio de la UE y podrán reutilizarse evitando y simplificando la burocracia que existe hoy en día. Y es que, con el sistema actual, los procesos aduaneros exigen que los operadores deban proporcionar repetidas veces información similar sobre las mercancías a diferentes autoridades a través de múltiples sistemas informáticos que no se comunican entre sí.

Según la Comisión Europea, la creación de “EU Data Hub” generará un ahorro en costes que se estiman entre los 1.200 y los 2.600 millones de euros anuales al eliminarse los sistemas informáticos existentes y reducirse la burocracia de los procesos.