En el mercado internacional de bienes, las empresas buscan obtener la máxima rentabilidad empleando todos los medios a su alcance: ahorro en costes, reducción de tiempos de entrega, mejoras en IT… pero además se sirven de herramientas financieras que les permitan obtener mayores beneficios.

Parte de esas herramientas son las diferentes figuras aduaneras que juegan el rol de aliados en estas operaciones. Una de ellas en el Depósito Distinto del Aduanero, un régimen especial que ofrece beneficios impositivos en operaciones de comercio internacional. Analizamos en qué consiste.

El Depósito Distinto del Aduanero o DDA es un tipo de régimen fiscal especial para determinadas mercancías que se aplica en las operaciones de importación y exportación. Consiste en un régimen por el cual algunos productos, que son objeto de operaciones de compraventa internacional, pueden ser almacenados con la exención del pago del IVA.

El DDA está regulado por el apartado quinto, letra b) del Anexo a la Ley 37/92 del IVA y se define como “el régimen suspensivo aplicable a los bienes excluidos del régimen de depósito aduanero por razón de su origen o procedencia, con sujeción en lo demás, a las mismas normas que regulan el mencionado régimen aduanero”.

Físicamente el almacén en el que se puede constituir un DDA debe ser un espacio acotado reconocido por las autoridades aduaneras correspondientes y sometido a determinados controles sobre las operaciones y las mercancías que en él se depositan.

Las principales características de los DDA son las siguientes:

• Es un régimen de beneficio fiscal que permite la exención del pago del IVA.

• Sirve tanto para operaciones de importación como de exportación.

• Se pueden almacenar mercancías de origen comunitario y no comunitario, aunque no en todos los casos.

• Su uso está restringido a empresas con NIF español o empresas de la UE.

• Dentro del DDA se pueden realizar operaciones de compraventa sin perder su estatus especial.

• El tiempo de permanencia de las mercancías es ilimitado.

• Las mercancías depositadas pueden someterse a diversas operaciones como manipulación, empaquetado, reetiquetado…

Una de las particularidades del DDA es que se trata de un almacén al que se pueden vincular, exclusivamente, mercancías con “estatus UE”, lo que significa que son mercancías pertenecientes a la Unión Europea.

Para que un producto adquiera el estatus UE existen dos maneras: una que el producto se haya obtenido íntegramente en la Unión y, por tanto, pertenezca a ella; y dos, en las mercancías que proceden de importación desde terceros países, por haberse despachado a libre práctica, es decir, haber liquidado los aranceles correspondientes.

Sin embargo, que una mercancía importada tenga el estatus de UE, no significa que pueda vincularse a un DDA ya que, como norma general, las mercancías importadas deben ser almacenadas en un Depósito Aduanero para no eludir el pago de impuestos.

Por lo tanto, las mercancías de importación que pueden vincularse a un DDA deben cumplir alguno de los siguientes supuestos:

•  Bienes objeto de Impuestos Especiales en los supuestos de fabricación, transformación o tenencia de este tipo de productos, destinados a la circulación de estos entre fábricas y de importación con destino a fábricas o depósito fiscal.

•  Mercancías de importación que por razón de su origen o procedencia no puedan ser incluidas dentro del régimen de Depósito Aduanero.

•  Mercancía sujeta a impuestos especiales (alcohol, tabaco, etc.) procedente de Canarias.

•  Mercancías sujetas a mercados futuros:

– patatas, aceitunas, cereales, té, azúcar en bruto, cacao…

– hidrocarburos, productos químicos a granel, caucho, lana…

– cobre, estaño, aluminio, plomo, plata, platino, rodio, níquel…

•  Los bienes que se destinen a tiendas libres de impuestos que, bajo control aduanero, existen en los puertos y aeropuertos.

En función de su titularidad, los DDA se pueden agrupar en dos grandes modalidades:

Titularidad Pública

TIPO I: El titular de la autorización del depósito y el titular del régimen de DDA son los responsables de garantizar que las mercancías se sometan a la vigilancia aduanera y cumplir las obligaciones del almacenamiento.

TIPO II: En este caso, el titular del régimen DDA es el responsable de garantizar que las mercancías se sometan a la vigilancia aduanera mientras que el titular de la autorización del depósito no tiene responsabilidad sobre la mercancía.

Titularidad Privada

Es un tipo de depósito que puede ser utilizado exclusivamente por el titular de la autorización de DDA, sin embargo, la mercancía que se almacene en él no tiene por qué ser de su propiedad.

Según lo que hemos visto, la principal ventaja que aporta un DDA para las empresas es que la mercancía vinculada a este régimen queda exenta del pago del Impuesto sobre el Valor Añadido.

Además, esta figura permite realizar ciertas operaciones de sobre la mercancía en depósito como al grupaje, manipulado, transformación, reetiquetado, empaquetado… por lo que las empresas pueden trabajar sobre las mercancías preparándolas para su venta dentro del propio depósito y, por lo tanto, estas operaciones también quedan exentas de IVA.

Pero lo beneficios del DDA no sólo quedan ahí, sino que dentro de ellos también está permitido realizar operaciones de compraventa de mercancías. Esto supone que las operaciones sobre los productos almacenados también quedarán excluidas del pago del impuesto.

Todo este conjunto de exenciones fiscales especiales conlleva grandes ventajas para las empresas, tanto importadoras como exportadoras, ya que les permite gestionar el flujo de efectivo del que disponen y mejorar su liquidez.

La intervención de un DDA en las operaciones de comercio internacional proporciona la exención del IVA, sin embargo, la manera en que estas operaciones se ven beneficiadas por esta exención varía su manera de aplicación en función de si se trata de una importación o de una exportación.

Vamos a analizar cómo un DDA interfiere en cada una de ellas:

El DDA en importación:

Dos de los beneficios que aportan los DDA son la exención del IVA y la manipulación de mercancías para su venta posterior.

Una operación habitual de importación a través de un DDA consiste en que la mercancía, tras su llegada y despacho a libre práctica, es vinculada a un Depósito Distinto del Aduanero. En su interior se procede a preparar la mercancía preparándola para su salida a venta. Durante todo este proceso, no se ha generado IVA en ninguna de las operaciones.

Una vez lista, la empresa importadora realiza la venta de esa mercancía a un cliente español. Al realizar esta operación dentro del DDA la empresa importadora tampoco deberá pagar IVA por esta operación.

El IVA generado por la venta de los productos deberá autoliquidarlo el comprador directamente con la AEAT, dentro del período de liquidación que le corresponda en función del volumen de su negocio (mensual o trimestral).

Si el comprador tampoco va a ser el consumidor final de los productos adquiridos, también tendrá derecho a recuperar el IVA soportado.

El DDA en exportación:

En el caso de las operaciones de exportación, los DDA son muy interesantes para las empresas ya que las mercancías se almacenan y se venden directamente en el depósito hasta que se exportan fuera del territorio aduanero de la UE. Al servirse de este tipo de depósito se evita tener que hacer frente al pago del IVA para unas operaciones que estarían exentas del mismo. De este modo la operación en su conjunto quedará libre del pago del impuesto.

Además, el uso de este tipo de depósito permite la consolidación de cargas provenientes de distintos fabricantes y la adaptación de las mercancías a las exigencias específicas del mercado de destino.

Gracias al uso de la figura del DDA se cumple el objetivo de la empresa exportadora de adquirir y vender la mercancía sin tener que adelantar ningún importe de IVA en toda la operación.

Como hemos visto, las operaciones de comercio internacional tienen a su alcance diferentes recursos y herramientas de gran utilidad para ser más eficientes, rápidas y obtener mejores beneficios.

En muchos casos las diferentes figuras aduaneras que existen pueden ser de gran utilidad para lograr estos objetivos. Por este motivo, es muy interesante conocer con detalle de qué manera estas herramientas pueden ser utilizadas a favor atendiendo a las particularidades de cada operación.

Para poder sacar el mejor partido de los recursos aduaneros disponibles es importante contar con profesionales capaces de asesorar a las compañías en el uso de los medios a su alcance.

En ADYCO ADUANAS somos especialistas la gestión integral de aduanas y ponemos a disposición de nuestros clientes las diferentes figuras aduaneras con las que contamos para optimizar cualquier operación de importación y exportación tanto desde la península como desde Canarias.