La logística inversa en el entorno aduanero
La logística inversa en el entorno aduanero
Analizamos cómo inciden los procesos aduaneros en las operaciones internacionales de logística inversa y los mecanismos de la Unión Europea para evitar una doble imposición arancelaria
Cuando hablamos de logística y de comercio internacional, solemos pensar en la optimización de los procesos de entrega de mercancías desde el vendedor hasta el cliente final, pero ¿qué ocurre cuando esos productos por alguna razón deben regresar de nuevo a su lugar de origen?
La logística inversa es un proceso complejo de por sí, que va más allá de las devoluciones y está relacionado con la sostenibilidad, los costes operativos y la competitividad de las empresas. Pero, además, en el caso de la logística inversa internacional entra en juego el papel que las aduanas van a desempeñar en este proceso. Nuevas operaciones de importación o exportación que van a incidir directamente en la rentabilidad de cada operación.
Sin embargo, en la Unión Europea existen diversos mecanismos destinados a evitar que las operaciones internacionales se vean sometidas a una doble imposición aduanera cuando las mercancías deben entrar en el circuito de logística inversa. Veamos cuáles son.
La logística inversa en el entorno internacional
Si la logística tradicional se centra en la entrega de un producto desde el fabricante o vendedor hasta el cliente final, optimizando tiempos y costes; la logística inversa recorre el mismo camino, pero en el sentido contrario. Podemos definirla como el proceso de retorno de productos desde el consumidor final hasta el fabricante, distribuidor o vendedor.
El concepto de logística inversa surge en torno a la década de los 90 ligado originariamente a cuestiones relacionadas con el medioambiente. Su objetivo era la gestión adecuada de los productos al final de su vida útil, centrándose en el reciclaje, la eliminación de residuos y el tratamiento de materiales peligrosos o contaminantes.
Con el paso de los años, el auge del comercio internacional y la llegada del ecommerce hicieron que el concepto de logística inversa se haya expandido más allá de las cuestiones relacionadas con el reciclaje y medioambiente.
Actualmente los procesos de logística inversa incluyen los siguientes ámbitos:
• Devoluciones de producto: Envío de productos desde el cliente final hasta el vendedor o fabricante por diversos motivos: arrepentimiento, no satisfacción, porque el producto no corresponde con el comprado, por cambios, etc.
• Productos no vendidos: Devolución de aquellas mercancías que no se han vendido o productos de temporada que se devuelven a su fabricante o distribuidor.
• Productos no entregados: Devolución de aquellas mercancías que no han sido entregadas por que su receptor no ha sido localizado o porque han sido rechazadas.
• Reparación: Retorno de productos para someterse a procesos de reparación o reacondicionamiento.
• Fin de la vida útil: Retorno de productos que han quedado obsoletos o ya no son válidos, para su reciclaje o destrucción de forma no contaminante.
• Gestión de embalajes: Recuperación de materiales de embalaje utilizados en la logística convencional para reducir residuos o darles un nuevo uso.
Hace años, con el comercio tradicional muchas de estas cuestiones se gestionaban directamente desde el punto de venta, pero el comercio transfronterizo y el comercio electrónico han hecho que la gestión de logística inversa se traslade a la cadena de transporte.
El problema es que la logística inversa es un proceso costo. Requiere de un nuevo etiquetado y empaquetado de los productos, su recogida y traslado a un centro de distribución, su clasificación y su transporte hasta el vendedor o fabricante. Y, en algunos casos, como un cambio de producto o una reparación, conllevará además la generación de un nuevo envío hasta el cliente final.
Si este proceso de por sí ya es laborioso, todo se complica aún más cuando consumidor y vendedor no pertenecen al mismo país porque será necesario recurrir a un transporte internacional y la ineludible gestión en aduanas.
Aun teniendo en cuenta todo esto, son varias las ventajas que aporta la logística inversa tanto a vendedores como a compradores, de modo que las empresas no pueden mantenerse al margen de ella y deben integrarla como un punto estratégico para mejorar su competitividad en el mercado.
Entre los beneficios que aporta la logística inversa podemos encontrar los siguientes:
• Ahorro en costes: El retorno de los productos permite volver a integrarlos en el stock y sacarlos de nuevo a la venta sin que pierdan su valor. Por otro lado, reacondicionar o recuperar materiales o componentes valiosos reduce costes de compra de nuevos materiales.
• Derechos del consumidor: Existen muchos países con normas de protección de los consumidores que les permiten ejercer su derecho al desestimiento o a la devolución de los productos. Contar con un sistema de gestión de devoluciones permite el acceso a esos mercados.
• Mejora de la imagen corporativa y fidelización de clientes: Disponer de un procedimiento claro y rápido de devoluciones de productos mejora la experiencia de compra y favorece la compra recurrente. Por otro lado, contar con buenas políticas de gestión de residuos y sostenibilidad mejora la imagen pública de las empresas.
• Cumplimiento normativo: Cada vez hay más normas y regulaciones para la gestión adecuada de productos al final de su vida útil y cómo deben ser destruidos para no ser contaminantes.
• Reciclaje y sostenibilidad: Permite recuperar materiales y componentes de productos para su reciclaje o su reutilización contribuyendo a la sostenibilidad el planeta.
A pesar de estos beneficios, cuando hablamos de ventas internacionales, estos procesos pueden ser complejos y en ocasiones poco rentables, por eso muchas empresas desisten de realizar ventas internacionales para evitar enfrentarse a ellos.
Y es que cuando hablamos de una venta internacional, los bienes han salido de su espacio económico y han entrado en el de un país extranjero a través de un proceso de importación de mercancía. Por lo que la devolución a su lugar de origen va a generar un nuevo proceso de importación que puede ocasionar nuevos costes a través de impuestos y aranceles.
Sin embargo, las aduanas de la Unión Europea cuentan con procedimientos que tratan de evitar el crear una doble imposición a aquellos productos que retornan a un territorio como consecuencia de un proceso de logística inversa. El objetivo es que las empresas puedan vender fácilmente fuera de las fronteras, pero también que los consumidores europeos puedan comprar libremente con la tranquilidad de que sus derechos sean respetados incluso aunque el vendedor o fabricante se encuentre en un país extranjero.
Hablamos de procedimientos como el IOSS –especialmente pensado para las ventas de ecommerce–, la reimportación de mercancías de retorno, el régimen de perfeccionamiento activo y pasivo o el sistema de intercambios estándar.
Las operaciones internacionales de logística inversa pueden generar una doble imposición aduanera si no se gestionan de forma correcta
Las operaciones internacionales de logística inversa pueden generar una doble imposición aduanera si no se gestionan de forma correcta
La logística inversa y el comercio electrónico transfronterizo
Con el fin de potenciar las ventas de comercio electrónico, la Unión Europea prevé una serie de mecanismos especiales que faciliten e impulsen esta modalidad de comercio. Estas medidas están destinadas al control de las mercancías que entran y salen de nuestras fronteras y a simplificar el pago de la deuda aduanera y tributaria. Su finalidad es impulsar la competitividad de las empresas europeas en el exterior y, a la vez, favorecer el acceso a mercados internacionales por parte de los consumidores locales.
Y es que, cuando cualquiera de nosotros realizamos una compra online a un comercio extracomunitario, lo que en realidad estamos generando es la importación de un producto al territorio de la UE. Según la legislación aduanera actual, en esta operación de compraventa, la persona responsable de la deuda que se genere en aduanas y, por tanto, del pago de aranceles e impuestos, es el importador, es decir el comprador final.
Por ese motivo, para facilitar el acceso de los consumidores a esta modalidad de compra online, la UE dispone que todos aquellos envíos de mercancía ecommerce de bajo valor (por debajo de los 150€ de valor de envío) estén exentos del pago de aranceles cuando son importados desde el exterior hasta la UE.
Pero, además, para facilitar la liquidación del IVA a la importación, la Unión cuenta con el denominado sistema IOSS (Import One Stop Shop). Se trata de un régimen simplificado de recaudación del IVA a la importación exclusivo para envíos de mercancía de bajo valor. Este sistema permite que sea el vendedor o la plataforma de venta quien recaude y liquide de forma periódica este impuesto en lugar de tener que hacerlo el importador, es decir, el comprador.
Gracias a estos dos sistemas la inmensa mayoría de las compras que realizamos online a comercios extranjeros estarán libres de aranceles por ser mercancía de bajo valor y de liquidación del IVA, puesto que el impuesto ya habrá estado repercutido en el precio final del producto por parte del comercio electrónico.
Estas dos condiciones, hacen que, en el caso de las devoluciones de productos, cuando se activen los mecanismos de logística inversa, los comerciantes tengan más fácil el retroceso de los impuestos pagados en la declaración del IVA al solicitar la invalidación del despacho de importación y la extinción de la obligación de pago.
De este modo, el proceso de reembolso se simplifica ya que anteriormente era el importador, es decir, el comprador quien tenía que encargarse de solicitar la devolución del IVA a la importación, iniciando un trámite tedioso y complejo que hacía que en la mayoría de los casos se desistiese de la solicitud.
Pese a estas facilidades aduaneras, muchas veces los costes que genera el transporte de las mercancías a sus países de origen resultan demasiado elevados en comparación con el valor del producto haciendo que muchos vendedores opten por no retornarlos, accediendo al reembolso directo del dinero, el envío de un producto nuevo o la reparación en el lugar de destino. Además, algunos países desincentivan la reentrada de productos y el retroceso de impuestos y aranceles, como es el caso de Brasil o China.
La reimportación de mercancías de retorno
Este mecanismo aduanero está orientado a aquellos fabricantes o comerciantes de la Unión Europea que venden sus productos en países extracomunitarios.
Cuando se produce una venta desde la UE al extranjero, se genera un proceso de exportación a partir del cual los productos transportados pierden su estatus de mercancías de la Unión. Si, por algún motivo, estas mercancías deben regresar de nuevo, al considerarse productos que ya no son comunitarios, hay que realizar un nuevo despacho de importación con el correspondiente pago de aranceles e impuestos en aduanas.
En estos casos, para facilitar los procesos de logística inversa, la UE dispone de un mecanismo aduanero denominado reimportación de mercancías de retorno.
La reimportación es el régimen que permite la reintroducción de mercancías comunitarias con la exención de derechos de importación, siempre que éstas regresen en el mismo estado en que fueron exportadas. A estos productos reimportados se les denomina mercancías de retorno.
Para poder acogerse a este régimen es necesario contar con una autorización previa por parte de las autoridades aduaneras. Y para poder solicitarlo hay que cumplir tres condiciones:
• Para que las mercancías puedan ser reimportadas y despachas a libre práctica en la UE, la solicitud debe producirse antes de un plazo máximo de tres años desde que se produjo la exportación.
• Las mercancías deben ser exactamente las mismas que fueron exportadas y las autoridades aduaneras deben poder identificarlas correctamente.
• Los productos deben regresar en el mismo estado en que se exportaron, sin haber sido modificados o manipulados salvo para su conservación.
Este régimen es aplicable incluso en los casos en que las mercancías de retorno sean únicamente una parte del conjunto del envío que fue previamente exportado.
Si, además, la reimportación la realiza la misma empresa o persona que las exportó, podrá solicitar también una exención del IVA a la importación.
Para poder acogerse a la doble exención, tanto de aranceles como de IVA, en el momento de la solicitud habrá que adjuntar la declaración de exportación inicial además de cualquier otro documento que sirva para acreditar que la mercancía reimportada coincide con la exportada originalmente.
La gestión estratégica aduanera de las operaciones de logística inversa permiten el ahorro de costes operativos
La gestión estratégica aduanera de las operaciones de logística inversa permiten el ahorro de costes operativos
El Régimen de Perfeccionamiento Activo y Pasivo
No todos los procesos de logística inversa se deben a un cambio o una devolución de un producto, también pueden surgir por necesidad de una reparación o para la destrucción o reciclaje de un producto.
Para estos casos, en la Unión Europea existen dos regímenes aduaneros especiales que permiten una serie de beneficios fiscales y arancelarios a las mercancías que deban ser importadas o exportadas para ser empleadas en las denominadas operaciones de “perfeccionamiento”. Dentro de las operaciones de perfeccionamiento se encuentran las operaciones de manipulación y transformación en otros productos, pero también las operaciones de reparación y de destrucción de mercancías.
Ambos casos forman parte de los ámbitos comprendidos dentro de la logística inversa. Al amparo del régimen de perfeccionamiento, los envíos de logística inversa gozarán de ventajas aduaneras tanto a la importación como a la exportación.
El Régimen de Perfeccionamiento Activo (RPA) es aquel que permite que mercancías no pertenecientes a la UE puedan entrar en el territorio comunitario con la exención de derechos a la importación y otros gravámenes para ser utilizadas en operaciones de perfeccionamiento. La única condición es su exportación posterior una vez finalizadas estas operaciones. Gracias a este régimen, los productos que se hayan vendido desde la UE y hayan perdido su estatus de mercancías de la Unión pueden ingresar de nuevo para ser reparados o destruidos sin tener de pagar nueva deuda aduanera ni tributaria a la importación.
Del mismo modo, el Régimen de Perfeccionamiento Pasivo (RPP) actúa para las mercancías que provengan del extranjero y hayan sido importadas y despachadas a libre práctica en la UE. Gracias a este régimen estas mercancías pueden ser exportadas de forma temporal para someterse a operaciones de perfeccionamiento y regresar nuevamente sin pagar derechos a la importación.
Además, dentro del Régimen de Perfeccionamiento Pasivo existe una modalidad especial que es el Sistema de Intercambios Estándar. Este sistema permite la exportación de mercancías que sean defectuosas o que no cumplan con los estándares de calidad para que sean reemplazadas por otros productos equivalentes o productos de sustitución que serán importados con beneficios aduaneros.
Tanto para el Perfeccionamiento Activo, como para el Pasivo, es obligatorio que las autoridades aduaneras hayan concedido con anterioridad el permiso para acogerse a uno de estos regímenes especiales.
Además, es imprescindible que, en el caso de una reparación, la mercancía que entre o salga sea exactamente la misma que en origen fue importada o exportada. Para ello la autoridad aduanera debe poder identificar claramente esta mercancía.
En conclusión, la logística inversa se ha convertido en un elemento clave dentro del comercio internacional, especialmente en un mundo donde el ecommerce y la sostenibilidad son cada vez más relevantes.
Es cierto que gestionar las devoluciones y reimportaciones puede ser un desafío logístico y aduanero, por ese motivo, la Unión Europea ha desarrollado mecanismos que facilitan estos procesos y reducen el impacto fiscal para las empresas.
Sin embargo, cada caso requiere de una planificación estratégica específica para optimizar costes y evitar barreras innecesarias. Por esta razón, contar con un partner especializado como ADYCO, puede marcar la diferencia entre una empresa que ve la logística inversa como un problema y otra que la convierte en una ventaja competitiva.
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